Aguafuerte |
23 dic 2011
22 dic 2011
YOU NEED A MUSTACHE
Café y tinta |
"La Tierra gira. Pero no notamos su movimiento. Y una noche miras hacia arriba: una sola chispa, y el cielo empieza a arder. El pasado es la antorcha que ilumina nuestro camino. Nuestros padres nos han señalado el camino, y lo seguiremos. Nuestra fe es el arma más temida por nuestros enemigos, porque por ella levantaremos a nuestra gente contra quienes quieran destruirnos. Nos llamamos los Conejos Muertos, para recordar todo nuestro sufrimiento, y como llamamiento a quienes siguen sufriendo, para que se unan a nuestras filas, por muy lejos que estén de nuestro hogar común al otro lado del mar. Porque de la superioridad en número, vendrá una gran fuerza, y la salvación de nuestra gente".
frase sacada de la película: Gangs of New York
ESTRELLA
17 dic 2011
MELANCOLÍA
Acrílico |
Trazando galopes a mano alzada
en corceles blancos de melancolía,
unas manos secas
la mirada en alto
las palabras sueltas, abismos sin nombre
la piel cobriza, la sonrisa suelta
y un suave lamento de blanca ironía,
bajo sombras tenues tracé la agonía
despacio sin prisas.
Quedaron atrás
los mejores años
esos desencantos,
asoman ahora desde el papel blanco
y resurgen ecos dentro del olvido
se consumen solos, los poetas vivos.
La mirada inquieta aflora distante
desde el horizonte asoman flotantes
pálidos los ojos de melancolías,
al dorso del rostro los cabellos canos
la dosis exacta del espacio eterno
donde descansamos a solas, nuestros sentimientos.
Silencios quebrados solo por recuerdos
lo vivido se asienta en pilares de lo primitivo
cenizas revueltas junto a nuestro olvido
y la voz que dice,
de nuevo te escribo
y el silencio roto de un vago exorcismo.
Trazando galopes a mano alzada
en corceles blancos de melancolía
un papel en blanco
y un vago recuerdo
dentro del olvido,
reposa tranquilo el destino herido.
POESÍA DE :
POESÍA DE :
© Igna
11 dic 2011
LOS LUNES CON VIVANCO
Es Lunes, 8:30 de la mañana. Hoy toca clase con Vivanco.
Como todas las mañanas el tiempo es fresco y la luz escasa, y pese a eso, tomaremos nuestras herramientas, nuestro talento y nuestros ánimos (que aún están en el colchón de la cama) y saldremos a dibujar, como todos los Lunes a primerísima hora.
La pregunta que todos nos hacemos es . . . ¿donde iremos hoy? y la verdad es que no importa donde vayamos, El Salón, la plaza de la catedral, el acueducto. . . la plaza San Martín. . . o quizas nos quedemos en "casa", en la Casa de los Picos.
Fuese donde fuese la voz del profesor, nos persigue como si de nuestra propia conciencia se tratara, palabras como encuadre, linea del horizonte, agua, hombre del renacimiento . . . se repiten en nuestras cabezas. Y uno por uno vivanco nos va recorriendo, elogiando el trabajo bien hecho, y corrigiendo esos pequeños fallos que todos cometemos. A medida que pasan los minutos, la escena se ve clara, se levantan las líneas, surgen las fugas, los ángulos y por fin tras dos horas y un poquito más (siempre es un poquito más) hemos terminado. Hasta el siguiente Lunes pues.
1 dic 2011
LA ISLA DEL TESORO
" Y a la tercera repetición del coro, empujó las barras del cabrestante al frente de ellos con gran brío. Más aun en aquel momento de excitación, ese canto lúgubre me trasladaba con la imaginación, en un segundo, a mi vieja posada del Almirante Benbow, en la cual oía de nuevo la voz de aquel capitán sobresaliendo sobre el coro entero. Pero muy pronto el ancla estaba ya fuera y se la dejaba colgar, escurriendo junto a la proa. Pronto se izaron también las velas, que comenzaron a hincharse suavemente con la brisa, y las costas y los buques empezaron a desfilar ante mis ojos de uno y otro lado, de tal manera que, antes de que hubiera ido a buscar en el sueño una hora de descanso, ya La Española había zarpado gentilmente, empezando su viaje hacia la isla del Tesoro. "
punta seca |
" Y a la tercera repetición del coro, empujó las barras del cabrestante al frente de ellos con gran brío. Más aun en aquel momento de excitación, ese canto lúgubre me trasladaba con la imaginación, en un segundo, a mi vieja posada del Almirante Benbow, en la cual oía de nuevo la voz de aquel capitán sobresaliendo sobre el coro entero. Pero muy pronto el ancla estaba ya fuera y se la dejaba colgar, escurriendo junto a la proa. Pronto se izaron también las velas, que comenzaron a hincharse suavemente con la brisa, y las costas y los buques empezaron a desfilar ante mis ojos de uno y otro lado, de tal manera que, antes de que hubiera ido a buscar en el sueño una hora de descanso, ya La Española había zarpado gentilmente, empezando su viaje hacia la isla del Tesoro. "
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