1 dic 2011

LA ISLA DEL TESORO


punta seca


" Y a la tercera repetición del coro, empujó las barras del cabrestante al frente de ellos con gran brío. Más aun en aquel momento de excitación, ese canto lúgubre me trasladaba con la imaginación, en un segundo, a mi vieja posada del Almirante Benbow, en la cual oía de nuevo la voz de aquel capitán sobresaliendo sobre el coro entero. Pero muy pronto el ancla estaba ya fuera y se la dejaba colgar, escurriendo junto a la proa. Pronto se izaron también las velas, que comenzaron a hincharse suavemente con la brisa, y las costas y los buques empezaron a desfilar ante mis ojos de uno y otro lado, de tal manera que, antes de que hubiera ido a buscar en el sueño una hora de descanso, ya La Española había zarpado gentilmente, empezando su viaje hacia la isla del Tesoro. "

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